Del lobo en mi cocina al SEO Copywriting
Historias que enganchan, textos que convierten.
Escribir no es solo mi trabajo, está en mi ADN
Hola, soy Lurdes, la humana detrás de Copy by Lu. ¿Sabes cuántas veces me han preguntado si estoy segura de que mi nombre se escribe así?
Sí, es Lurdes, no Lourdes. Lo tengo clarísimo, vamos. Y si quieres saber por qué es así y no con una “o”, pregúntame, adelante. Hay una explicación.
Al lío.
Desde muy pequeña supe que había nacido para escribir y, desde que aprendí a leer y a escribir a los tres años, no he vuelto a sacar la cabeza de libros y cuadernos.
Devoraba libros para desayunar, comer, merendar y cenar. Eso lo notarás cuando leas la historia del lobo más abajo…
También nací para persuadir. Solo te digo que en mi familia me llamaban (y llaman) “la fenicia”. La negociación, la persuasión, el juego psicológico… todo eso ya lo empecé a poner en práctica cuando quería un juguete nuevo, ir a casa de una amiga o cada vez que las maestras me querían sacar de clase por hablar demasiado.
Mi ADN ya contenía el gen del argumento para vender siempre mis ideas o puntos de vista.
Siempre fui la abogada defensora de cualquier causa que me pareciera injusta.
¿Qué significa esto? Pues que si le das al botoncito de abajo, estarás en buenas manos.
¿Por qué hablo tantos idiomas?
Por lo visto, también nací para los idiomas.
Pero tiene truco. Mira que me dicen que tengo que dejar de quitarme mérito, pero es que he tenido algo de suerte en esto…
Si bien en mi pack de bienvenida al mundo ya me fueron dados tres idiomas maternos, me propuse ampliar mis horizontes lingüísticos y añadí tres más a mi currículum.
Así que he acabado por dominar el castellano, el catalán, el árabe, el francés, el inglés y el italiano.
Precisamente, fue el conocimiento de idiomas lo que me llevó a licenciarme en Traducción e Interpretación.
“¿Eres actriz? ¿Haces teatro?”–he tenido que escuchar más veces de las que me gustaría…
De idiomas, interpretación DE IDIOMAS.
Y algo similar me sucede desde que me dedico al copywriting…
“¿Copyright? ¿Lo de los derechos de autor? ¿Y eso te gusta? ¿Qué tiene que ver con lo tuyo?”.
Soy copywriter, de write (escribir)…
ESO es lo MÍO.
Como ves, nací para escribir, para persuadir y para los idiomas.
¿Qué querías que hiciera? Pues copywriting, of course.
¡Lourdes! Uy, digo… ¡Lurdes, quiero trabajar contigo!
¿Por qué yo y no cualquiera de los chorrocientos copywriters que hay en el mercado?
Porque sé lo que hago y cómo hacerlo único. Aquí tienes cuatro razones que me convierten en tu mejor aliada:
6 idiomas, 1 mensaje claro
Escribo copywriting en varios idiomas. Esto me permite adaptar tu mensaje a varios países en los que quieras generar negocio.
Storytelling estratégico
No me limito a escribir textos; cuento historias que conectan, emocionan y venden. Toca digerir la tonelada de libros que he ingerido a lo largo de mi vida.
SEO Copywriting que enamora a Google y a tus clientes
Mis textos no solo posicionan: atraen y convierten. Porque el SEO no es solo cosa de algoritmos, sino para personas que quieren leerte (y comprarte, claro).
Experiencia en varios sectores
Sanidad, moda, educación, marketing, finanzas, inmobiliaria… He trabajado con todo tipo de clientes. Esto significa que, probablemente, ya conozco tu sector y sabré cómo destacar tu mensaje desde el minuto uno.
¿Quieres diferenciarte del resto?
La importancia del storytelling y la historia del lobo
Déjame contarte una historia…
…viajemos en el tiempo…
Clase de parvulario, años 90.
La maestra tiene que salir un momento a hacer fotocopias y no se le ocurre otra cosa que pedir a una de las alumnas (aquella que nunca para de hablar) que entretenga a los demás contándoles una historia.
Aparece en escena Lurdes (que no Lourdes). La profe se va y…
Pide a sus compis de clase que formen un círculo porque tiene algo muy importante que explicarles.
“Hay un lobo en mi cocina”.
Un lobo, sí.
En la cocina.
Los niños y niñas no pueden evitar el asombro.
La pequeña les explica que el lobo está escondido en la cocina durante el día y solo sale de noche para comer en secreto y aullar flojito.
Les da detalles sobre cómo lo alimenta, cómo consigue esconderlo y cómo juega con él en silencio, cual perro inofensivo.
Todos se imaginan en esa misma situación, conectan. Les pica la curiosidad, les genera fascinación el hecho de tener algo “prohibido” y que nadie lo descubra. ¿Y qué le encanta a cualquier niño del mundo? Exacto, justo lo que está prohibido. Lurdes lo sabe y va a lo seguro.
Eso sí, a nadie se le ocurre preguntar cómo llegó el lobo a la cocina.
Están tan cautivados con la idea de que alguien pueda tener una mascota prohibida (y en secreto) que no prestan atención a ese tipo de asuntos.
La maestra vuelve y, sorprendida por la calma del grupo, decide nombrar a Lurdes cuentacuentos oficial de la clase.
Cada vez que tenga que ausentarse unos minutos, la niña será la encargada de apaciguar el ambiente.
Lo que la maestra no sabe es que se trata de un win-win.
¿A qué viene esta historia?
Te explico:
Esa niña, de imaginación exorbitante y delirante, tenía un objetivo cuando la maestra le dio la oportunidad de ser el centro de atención:
quería hacer amigos.
Y la historia del lobo logró que cada día se le acercara alguien para preguntarle por el animal. Consiguió una buena tasa de conversión, no paraban de llegarle leads a diario.
Captó la atención de todo el mundo y el lobo fue la comidilla durante buena parte del curso.
Un tiempo después, un compañero se le acercó y le dijo:
“Oye, ya sé que lo del lobo es mentira, pero no se lo contaré a los demás, porque me gusta cuando cuentas la historia“.
Fidelización. Las historias que logran enganchar al público, lo fidelizan.
Moraleja: La pequeña se valió del storytelling para lograr su objetivo.
Consiguió meterse al público en el bolsillo mediante una historia que, para un grupo de preescolares, era lo más.
Una mentira, pero era lo más.
Sin storytelling no hay paraíso
Contar historias no es solo cosa de niños (ni de lobos en la cocina). Es una de las herramientas más potentes para que tu marca deje huella.
Piénsalo: vivimos rodeados de mensajes, pero ¿cuántos recuerdas? Solo los que te hacen sentir algo. Ahí es donde entra el storytelling: convertir datos, características o servicios en historias que emocionan, conectan y, sobre todo, fidelizan.
El storytelling no es un capricho, es estrategia pura y dura.
Conecta emocionalmente
Las decisiones de compra no se toman solo con la cabeza, sino también con el corazón. Una buena historia activa ambos.
Da sentido
a tu marca
Detrás de un producto o servicio, siempre hay un “por qué”. Las historias dan vida a ese propósito.
Te hace
memorable
La gente olvida cifras, pero no olvida cómo les hiciste sentir.
Los días de usar campañas publicitarias en las que metes promociones y ofertas con calzador han terminado. Tus clientes no son tontos. Tú tampoco. Aquí todos sabemos de qué va el juego del marketing: nadie regala nada, pero si mientras te venden, pasas un buen rato… ¿por qué no hacerlo?
Siempre, siempre, siempre tienes que ponerte en la mente de tu cliente potencial. No le vendas como si acabara de caerse de un pino. Porque la línea entre la aceptación y el rechazo es muy fina cuando se trata de vender algo.
Transforma tus mensajes en historias irresistibles, tira del storytelling bien hecho si quieres que las oportunidades no se las lleve tu competencia.
¿Quieres que tu marca hable y emocione?
¿Qué historia tienes para mí?